La diversidad generacional en las empresas
Aunque por lo general las personas preferimos rodearnos de gente de una edad similar a la nuestra, ya que conectamos más, en la realidad nos encontramos trabajando bajo el mismo techo y codo con codo con profesionales de varias generaciones (baby boomers, generación X, millenials…), cada una con una serie de expectativas, experiencias y puntos de vista que la hacen única.
Esto puede resultar difícil de gestionar en varios sentidos, sin embargo, muchos/as directivos/as buscan esta diversidad, conscientes de los beneficios que esta puede aportar, ya que la empresa cuenta con más puntos de vista, una mayor perspectiva y soluciones diversas a la hora de abordar un problema o cumplir con un objetivo común.
Qué pueden aprender jóvenes de mayores
Lealtad. Hoy en día puede resultar poco común o complicado en algunas empresas, pero las personas más mayores saben que permanecer en una organización que ofrece un buen trato a sus trabajadores/as y reconoce su compromiso tiene recompensa, aunque un cambio de trabajo pueda significar un mejor salario y beneficios en ese momento.
Habilidades interpersonales. Como casi todo en la vida, las habilidades interpersonales mejoran con la práctica y las personas más mayores llevan mucho más tiempo practicando y aprendiendo de sus errores. Tanto, que muchas se han convertido en animales sociales y son expertas en relacionarse cara a cara con el resto.
Experiencia. Los años de experiencia acumulada otorgan una sabiduría y una intuición que permiten tomar decisiones más acertadas y anticipar reacciones. Además, la mayoría de trabajadores/as más mayores están encantados/as de poder transmitir estos conocimientos a las personas más jóvenes de su organización.
Resistencia. Los/as mayores han vivido todas las fases y situaciones por las que puede pasar una empresa: reestructuraciones, despidos, crisis financieras, cambios de liderazgo… Estos sucesos les han enseñado a mantener la calma ante la incertidumbre y a seguir adelante enfrentando los nuevos retos que puedan surgir, lo que les da una amplia perspectiva de las cosas.
Independencia. A diferencia de lo que sucede hoy en día, donde la juventud está muy protegida, hace años las personas tenían que aprender a valerse si mismas mucho antes, por lo que los/as empleados/as más mayores están acostumbrados/as a solucionar los problemas por si solos/as.
Ahorro. La gente mayor está mucho más concienciada en relación al ahorro de parte de sus ingresos para el futuro, mientras que los jóvenes tienden a gastar prácticamente todas sus ganancias. El principal consejo las personas jubiladas a las nuevas generaciones es que empiecen a ahorrar cuanto antes.
Equilibrio. Los/as más mayores de la plantilla tienen un mejor manejo de la carga de trabajo. Estas personas han aprendido a lo largo del tiempo a delegar tareas, a rechazar demandas innecesarias y a compaginar sus obligaciones laborales con su vida personal y familiar.
Qué pueden aprender mayores de jóvenes
Nuevas tecnologías. Esto es, posiblemente, lo primero que a todos/as se nos viene a la cabeza. Los/as trabajadores/as más jóvenes han nacido con un dispositivo electrónico bajo el brazo y tienen una gran facilidad para aprender a utilizar cualquier tecnología.
Cambio. Las personas mayores están acostumbradas a permanecer en una empresa el máximo posible y perciben el cambio de organización como algo negativo. Las jóvenes, por su parte, no tienen miedo a mirar más allá y dejar un trabajo poco satisfactorio, por lo que pueden hacerles ver y entender a las primeras que un cambio puede ser algo revitalizante y extremadamente positivo.
Energía, entusiasmo y diversión. Con el paso de los años y la rutina del día a día es normal que la energía y el entusiasmo de los primeros años de vida laboral se vayan difuminando. Estar en contacto con compañeros/as más jóvenes volverá contagiar a los/as mayores de este espíritu.
Riesgo. Las personas más mayores de la plantilla han pasado sus carreras respetando los procesos y la jerarquía empresarial, sin tomar riesgos ni salirse de la línea. Hoy en día la forma de pensar ha cambiado completamente y la juventud puede enseñarles a ser más emprendedores/as y a pensar de forma diferente a la establecida.
La diversidad generacional beneficia a las organizaciones cuando las diferencias se alinean para trabajar juntas, entendiendo y apreciando lo que el resto puede aportar al conjunto. Sin duda, contar con una plantilla con un amplio rango de edad es una fuente de fortaleza para cualquier organización.