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Género y ruralidad, la doble opresión de las mujeres rurales

Las mujeres rurales sufren una doble discriminación, por ser mujeres y por vivir en el medio rural.

15 de octubre, Día Internacional de Las Mujeres Rurales

Según el informe “medio rural y su vertebración social y territorial” publicado en 2018, España es un país principalmente urbano al igual que Europa. En la actualidad la estructura municipal se compone de 8.000 municipios donde habitan cinco millones de mujeres rurales.

Pero esto no ha sido siempre así, por ello en el día de la mujer rural vamos a hacer un breve repaso de los grandes hitos sociodemográficos que se han producido en el ámbito rural en el último siglo. Todo ello desde una perspectiva de género para poder entender la realidad de las mujeres rurales en la actualidad donde sufren una doble discriminación, la de ser mujer (opresión de género) y la de vivir en el medio rural (brecha urbano-rural).

A principios del siglo XX, la población española comienza a agruparse en grandes núcleos urbanos (Barcelona, Bilbao o Madrid), buscando mejores condiciones laborales y salariales, sin embargo, no es hasta los años 60 con el inicio de la industrialización cuando se produce un importante cambio en el medio rural propiciado por un desplazamiento masivo hacía las ciudades que afectó principalmente a las mujeres como consecuencia del nuevo sistema capitalista donde se comienza a perfilar un nuevo contexto en el medio rural con la desagrarización.

La desagrarización produjo un cambio en el modelo tradicional agrario, donde la familia se constituía como una unidad de producción y consumo, para dar lugar a un nuevo sistema económico, donde las explotaciones familiares pasan a ser empresas, provocando una transformación en la posición de hombres y mujeres. La mayoría de las mujeres seguirían trabajando con sus maridos, pero sus trabajos se considerarían como “apoyo”, mientras también se harán cargo de los trabajos de cuidados y domésticos, sin olvidar que a muchas de ellas se les expulsó del campo.

Por lo tanto, la industrialización y por consiguiente la desagrarización supuso para las mujeres que habitaban el medio rural una dependencia económica de la familia y/o varón además de una invisibilización del trabajo de cuidados y el trabajo agrario que realizaban, que derivó en una sobre emigración rural femenina a pesar de que se esperaba un éxodo rural a las ciudades mayoritariamente masculino.

Esto dio lugar a la masculinización del medio rural, impacto que hoy en día define la realidad actual a lo que hay que sumar una población envejecida, además de la despoblación del medio rural y la baja natalidad que hace muy difícil la sostenibilidad del propio medio.

En la actualidad y según las fuentes del INE, el 40% de las mujeres que emigran de poblaciones pequeñas tienen entre 16 y 44 años, mientras que un tercio de las que se quedan superan los 65 años.

Por todo lo anterior, los problemas a los que se enfrentan las mujeres en el medio rural en el presente son:

  • Un mercado de trabajo excesivamente reducido, poco elástico, saturado y mal considerado y remunerado que casi siempre las reduce a el sector servicios y a empresas manufactureras de conservas y textiles.
  • La agricultura como actividad principal donde las mujeres tienen muchas barreras de acceso a excepción de la ganadería en el norte.
  • Fuertes limitaciones para vivir con una cierta autonomía y ejercer sin grandes presiones su libertad.
  • Carencia de servicios básicos (transporte urbano e interurbano, conexión a internet, buena conexión vía carreteras entre poblaciones, acceso a hospitales, etc.)
    En el día Día Internacional de las Mujeres Rurales queremos reivindicar las demandas de las mujeres que habitan en el medio rural para conocer sus necesidades y para ello a tres de ellas les hemos hecho las siguientes preguntas: a qué problemas se enfrentan las mujeres rurales y cuáles son las demandas específicas que tienen.

María Garrido Hernández, concejala de cultura en Valencia del Ventoso, Badajoz

Problemas que enfrentan… “Si te refieres al ámbito laboral, la mujer del mundo rural se encuentra limitada por el entorno que le rodea. Las posibilidades y servicios son limitados y por tanto el desarrollo a nivel profesional se encuentra enmarcado en ese contexto.

Es verdad que en la actualidad y gracias a la globalización, hemos pasado de poder optar solo y exclusivamente a ser amas de casa a poder montar tu propia empresa desde tu hogar gracias a internet y disponer de un dispositivo electrónico. Pero, aun así, no todas podemos buscar trabajo en algo relacionado con nuestros estudios y en muchos casos nos adaptamos a las ofertas y demandas que se nos presentan.

Demandas específicas… Creo que, debido a los limitados servicios y recursos, la mujer del mundo rural necesita mayor formación y adaptación. Debemos saber de todo un poco y tener capacidades que nos permitan obtener resultados igual de óptimos que otra compañera que por ejemplo viva en una ciudad, desarrollando el mismo trabajo.

El hecho de vivir en lo que se denomina la España vaciada implica en ocasiones que los servicios sanitarios, educativos, de transporte, laborales…sean escasos. Fomentar la contratación de mujeres y dar más apoyo a las que deciden emprender e impulsar la formación para que todas las mujeres que lo deseen puedan alcanzar sus metas.

Fátima Barragán Sanz, ganadera en una explotación en el término de Fregenal de la Sierra, Badajoz

Problemas que enfrentan… “Las mujeres del mundo rural debido al entorno y a la despoblación se encuentran muy limitadas.

A eso debemos sumar que en el ámbito agrario desde las instituciones cada vez se está burocratizando más el trabajo diario que implica una inversión de tiempo extra con la que muchas veces no contamos, ya que per se las jornadas laborales en el sector agropecuario son maratonianas, si a eso le sumamos que en las mujeres también recaen los trabajos de cuidados y domésticos, nos encontramos ante un sinfín de limitaciones para poder trabajar en el sector debido a las dobles y triples jornadas”.

Demandas específicas… “más apoyo institucional a las mujeres rurales, no solo en el ámbito laboral. Debido a la despoblación que sufren las zonas rurales todos los servicios mínimos como son el sanitario, educación, comercio son cada vez más deficientes y cada vez es más difícil vivir en el mundo rural, sobre todo para las generaciones venideras que se verán obligadas a abandonar los pueblos si quieren desarrollarse en ámbitos más allá de la agricultura y la ganadería, ya que nos encontramos con situaciones en las que queremos emprender o simplemente trabajar pero con los recursos existentes a día de hoy nos es imposible o no podemos alcanzar los objetivos que nos proponemos.”

Problemas que enfrentan… “El principal problema que encuentran las mujeres rurales es la dificultad para encontrar un buen trabajo remunerado, hay poco y para las mujeres está muy limitado sobre todo al cuidado de mayores y limpiezas de domicilios”.


Demandas específicas… “sería necesario que se ampliara el abanico de posibilidades laborales, sin olvidar la implantación de una buena conciliación familiar que en la actualidad presenta muchas carencias, ya que normalmente es la mujer la que debe abandonar su trabajo o reducir su jornada en el mejor de los casos. En las zonas rurales aún hay que avanzar mucho en la conciliación familiar para que no sea siempre en detrimento de la mujer.”

En Criteria, trabajamos para que la igualdad entre mujeres y hombres sea una realidad en todos los ámbitos y sectores. Contamos con un equipo de expertas en la materia que asesoran y guían a organizaciones en la implantación de políticas de igualdad de oportunidades y en la detección de prácticas discriminatorias por razón de sexo.

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Las mujeres rurales sufren una doble discriminación, por ser mujeres y por vivir en el medio rural.

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